El Ebro ha vuelto a ocupar el espacio que le corresponde y que la actividad humana intenta arrebatarle. Es lógico que los vecinos teman por sus propiedades y que los alcaldes protesten ante el abandono que sienten, mientras que ningún partido se atreve a abordar el problema con seriedad. Pedro Arrojo, uno de los mayores expertos del mundo en materia de aguas, habla en este artículo de la necesidad de abrir una negociación permanente con el río sobre los espacios de inundación que el ser humano quiere robarle.
Las huertas y las vegas existen porque durante millones de años hubo crecidas que inundaron los fondos de valle y las llanuras de las cuencas medias y bajas dejando ingentes cantidades de sedimento y nutrientes que hoy nos brindan las tierras más fértiles… Esa fertilidad, como es lógico, llevó a nuestros ancestros a cultivarlas y apreciarlas como las mejores; pero construyeron sus casas y pueblos en alto.
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